miércoles, 17 de julio de 2013

¿Memoria?

    Siempre quise encontrarle la vuelta a la memoria. Pero no sólo yo. Esta semana me dí cuenta que no estaba solo, cuando hablé del tema con varios amigos. De catorce personas a las que consulté sobre la estimación que ellos mismos hacían sobre su función mnésica, once me contestaron, sin titubear, "No tengo buena memoria". Incluso algunos fueron más lejos y se aventuraron a darle una razón a este trastorno, culpando a "las nuevas tecnologías"
    Dentro de las anécdotas históricas (esas que tanto me gustan y que a veces tanto me cuesta comprobar) existe una que nos habla de la memoria y de la muerte. Según se dice, a todo general Romano que volvía de una campaña exitosa, se le organizaba un desfile.  Aparentemente, además del halago de toda la metrópoli, era de rigor la presencia de un esclavo, que a poco más de un metro del magno militar; y durante toda la procesión triunfal, le susurrara a cada paso la sentenciosa frase "memento mori" (Recuerda que morirás)
    Pero ¿Cómo funciona la memoria? Desde finales del XIX se comenzó a pensar a este proceso más que cómo un deposito de datos, como a algo gradual, caracterizado por etapas. Para que un recuerdo se convierta en permanente, debe atravesar todas ellas. El primer escalón es el de la memoria a corto plazo. Hay un experimento interesante que uno puede hacer para evaluar ésta. Trate de repetir la secuencia de números de cada renglón realizando sólo una leída en vos alta. Si logra repetirlos, avance al siguiente nivel. Inténtelo hasta que se confunda. El último renglón que pueda repetir completo, será su memoria a corto plazo:

1
3 0
4 6 3
1 9 4 6
8 3 2 7 1
2 5 7 3 7 9
0 2 6 3 5 8 1
2 5 8 3 7 4 2 4

    La memoria a corto plazo normal ronda los 5  caracteres. Se llaman "Bloques" de almacenamiento. Pueden ser números o palabras. Da igual. Ésta etapa es crucial y tiene un elemento crítico, denominado "Curva del olvido", postulada por el Alemán Hermann Ebbinghaus Si aquello que se pretende memorizar no es repetido con cierta asiduidad, el estimulo eléctrico necesario para generar las conexiones neuronales que le den vida a ese recuerdo, no se formará.
    Sin embargo, el tipo de elemento a memorizar también influye en la facilidad con la que estás estructuras se generan (un acontecimiento traumatico se transforma en permanente con más facilidad que una secuencia de números o letras sin sentido)
    El que algo pase de ser un recuerdo efímero a convertirse en parte indisoluble de nuestra consciencia,  depende casi exclusivamente de la precisión y del orden con el que ese recuerdo haya sido preservado. En base a los estudios de Ebbingahus se entendió que lejos de ser una computadora, el cerebro humano es más bien una biblioteca, en la que nada se encuentra si no se ha guardado con un sentido preciso. Es decir, con un orden. Por ejemplo, hagamos la siguiente prueba. Tratemos de memorizar el siguiente número. Permanezcan con la vista en él por unos 30 segundos y fíjense que tan lejos llegan:

3 6 5 5 2 1 2 3 1 3 0 2 8

    Difícil ¿verdad? pero si yo les digo que un año tiene 365 días, que cuenta con 52 semanas y con 12 meses; y que un mes puede tener 31, 30 o 28 días, ¿cambia la cosa noscierto? El secreto de la memoria es darle sentido al sinsentido. Y no importa si nada tiene que ver con la raíz del tema, mientras que para cada quién, eso que se esta tratando de memorizar signifique algo, todo es más fácil.
   Otro consejo que se suele dar es el de armar bloques de memoria; de relacionar todo aquello que se quiera estudiar y aprender. Así, uno puede "archivar" las cosas en una misma carpeta. Traten de memorizar las siguientes palabras en dos leídas:

AUTO, HELADO, LIBRO, PELO, MASCOTA, RUEDA, BORGES, CARAMELO, NARIZ, CABRA, BUJÍA, CHOCOLATE, UÑA, LIBRERÍA, VAINILLA, LUNETA, JALEA, PESTAÑA, PERRO, ROWLING

    Ahora prueben haciendo asociaciones. Las carpetas serían Vehículos, Golosinas, Literatura, Animales y Humanos. Nuevamente, la cosa cambia.
     Tenía una profesora que decía "Los Romanos inventaron casi todo. Pero los griegos inventaron a los Romanos"  En esto (y en algunos casos contados) ésta regla parece ser cierta. Una de las herramientas más utilizadas para memorizar, consiste en las reglas mnemotécnicas (en esto se puede ser muy inventivo) Al día de hoy me acuerdo algo como la taxonomía (Reino, filum, clase, orden, familia, genero y especie) a partir de la frase "El Rey es un filósofo de mucha clase que ordena para su familia géneros de buena especie" Ésta técnica, inventada por Simonides de Ceos , se basa en el mismo principio de asociaciones del cual venimos hablando. El secreto de la memoria, por tanto, es asociar y dar sentido propio a las cosas.
    Para ir terminando, me gustaría advertir al lector de un hecho trascendental. Todos tenemos recuerdos valiosisimos que queremos preservar inmaculados, sin ningún tipo de aditamento o agregado. La última vez que vimos a una persona querida, la primera vez que nos dieron un regalo preciado. Cualquiera que sea este recuerdo, con toda probabilidad, si es impactante, será imborrable. Lamentablemente, cada vez que éste se evoque, los baches (mínimos al principio) van a ir siendo re emplazados por datos cada vez menos exactos, así que al final de nuestras vidas, su pura evocación, los habrá convertido en una sombra del pasado. Por tanto, no hagan las memorias al final de su vida. Lleven un diario, un periódico o cualquier cosa que les permita inmortalizar instantes. De seguro, alguien, en un futuro (ustedes mismos con toda probabilidad), se los va a agradecer